La mañana esta tranquila, la lluvia de momento no cae... Que bonito esta el día, porque salimos a comernos el monte sin obligaciones, sin temor. Subimos despacio, sin prisa, disfrutando de cada pedaleada. Ahora hace frío, apetece abrigarse, pero no esconderse. Buscamos una solución al foso y entre escalera y matojo la hallamos. Descendemos entre arbustos y piedras, es viable... ya nunca mas bajare por el asfalto. Caigo y amortizo las protecciones, no se cuantas veces van ya desde que las compre. Llegamos al camino y comienza a llover, que importa... nos sentimos vivos, llenos de agua, pero llenos de satisfacción...
Atravesamos la ciudad bajo la atenta mirada de seres esclavos de un vehículo, no estamos solos, también vemos corredores achicando agua bajo sus deportivas. De repente, "el motín de la Rambla" me deja añorando un baño de barro que me merecía desde las lluvias de abril, sin problemas, esta semana que viene habrá chocolate para todos...
saludos tropa...
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